Se a bordado hace tiempo la grave problemática que sigue entrañando preservar la privacidad online de los usuarios.De echo hace muy poco se hablaba del anuncio que había echo Google en cuanto a la unificación de todas sus políticas de privacidad y su intención de recopilar,con fines estadísticos y para ofrecernos contenidos personalizados,multitud de información sobre nuestras conductas en la Red.
Además, también recientemente, leíamos acerca del problema que había ocasionado la aplicación llamada “Path”, una especie de red social para dispositivos móviles que rastrea todos los movimientos del usuario (si lo consiente) construyendo algo así como un diario. Con la aplicación instalada, y cada vez que un amigo comenzaba a utilizarla, esta informaba de manera puntual de su incorporación a la red para que pudiéramos agregarlo a nuestra lista de amigos. De esta manera, accedía a toda nuestra lista de contactos y subía los datos a sus servidores sin el conocimiento ni el consentimiento de los usuarios.
Por otro lado, también Facebook fue acusado de incluir una cookie en el inicio de sesión que recopilaba datos de usuarios, y ahora nos encontramos con que Google está envuelto en un nuevo escándalo destapado por The Wall Street Journal.
El escandalo desatado contra la compañía consiste en que Google había conseguido información de la navegación de los usuarios en Safari, aparentemente sin su consentimiento,gracias a un software especial, la compañía era capaz de recopilar datos de la navegación, lo que podría ser una vulneración de la privacidad. Sin embargo, Google rápidamente aseguró que en ningún momento eran datos personales y defendió la inocencia de la compañía restando importancia al incidente.
Tanto ellos como otras grandes empresas de publicidad se han aprovechado de un código de seguimiento de Google que permite el rastreo de los hábitos de navegación y conductas online de los usuarios que utilizan el navegador Safari de Apple. Es decir, que los usuarios de Mac OS X e iOS han estado cediendo su información, de manera gratuita, tanto a Google como a otras empresas. Tras la denuncia pública, Google ha retirado su código, pero todavía no ha especificado qué ha hecho realmente con los datos obtenidos mediante esta maniobra.
Todos los navegadores están obligados a incorporar determinadas opciones de privacidad. En el caso concreto que nos ocupa, Safari, esta funcionalidad está siempre activada por defecto. Sin embargo, Google y algunas webs anunciantes han buscado la forma y el medio de conseguir saltarse esta configuración: determinados anuncios insertados mediante iframe en sitios web permite recoger datos de la cuenta de Google Plus si está conectada en la sesión, pero solo en el caso de que el navegador sea Apple Safari.
Apple ha confirmado que está trabajando en una solución que evite este tipo de conductas. Mientras, Google se enfrenta a la posibilidad de tener que pagar grandes multas de la Comisión Federal del Gobierno de Estados Unidos, en el caso de que el organismo dictamine que ha violado su acuerdo de privacidad.
Pero la realidad es que mientras el tráfico de información valiosa de los consumidores online siga siendo un negocio, cada día nos encontraremos con más casos de sitios web, redes sociales y aplicaciones que nos estarán espiando: muchas veces se tratará simplemente de una mala configuración, pero otras muchas se estarán lucrando de las ventas de nuestros datos sin nuestro conocimiento ni consentimiento.
Por otro lado Microsoft confirmó que Google también ha tenido acceso a información sobre la navegación de los usuarios en Internet Explorer. La compañía explicó que Google se aprovecha de un sistema denominado P3P para seguir la navegación de los usuarios mediante sus cookies. Microsoft ya ha pedido a Google que termine con esta práctica.
La compañía dijo a través del blog oficial de Internet Explorer que efectivamente han detectado que Google es capaz de seguir a los usuarios al utilizar su navegador.
“Google está empleando métodos similares (a los de Safari) para burlar las protecciones de privacidad predeterminadas en Internet Explorer y realizar un seguimiento de los usuarios de Internet Explorer mediante sus cookies”, afirmó Microsoft. De esta forma, Google parece que podría estar vulnerando la privacidad de los usuarios también en el sistema de Microsoft.
Los de Redmond han explicado que en este caso Google utiliza un sistema distinto al de Safari. Parece que Google se aprovecha de un sistema de Internet Explorer denominado P3P. Los portales web utilizan el sistema P3P para describir cómo utilizan las cookies y la información de los usuarios. Google utilizaría esta información P3P para seguir la navegación de los usuarios.
Para ser justos, Microsoft también ha espiado a los servicios de Google. Para ser exactos, de forma no muy legal copió un poco de los algoritmos de búsqueda de Google para igualar sus resultados de búsquedas para implementarlos en su buscador Bing. Consulta: Google acusa a Microsoft de copiar sus resultados de búsqueda
“Vale la pena señalar que los usuarios no pueden acceder fácilmente a las políticas P3P. Los sitios web envían estas políticas directamente a los navegadores web utilizando un encabezado HTTP. Las únicas personas que ven las descripciones P3P son agentes o herramientas especiales como un inspector de cookies”, han comentado desde Microsoft. Con esta descripción, la compañía ha puesto de manifiesto lo complicado que es para los usuarios evitar que se rastree su actividad.
Desde Microsoft han asegurado que han “contactado con Google y les han pedido que se comprometan a honrar la configuración de privacidad P3P para los usuarios de todos los navegadores. Además, la compañía trabaja en un sistema para evitar estas prácticas. Mientras tanto, desde Microsoft recomiendan actualizar a Internet Explorer 9 e instalar una serie de listas de seguimiento de protección para evitar este tipo de prácticas.
Fuentes: Ontinet.com -PC World
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