La posibilidad de que la ubicación de un usuario de smartphones o tablets pueda ser seguida con altísima precisión a partir de los datos que registra y guarda su teléfono o dispositivo no deja de generar polémica. Para muchos expertos, esa herramienta, concebida por las empresas para ofrecer mejores servicios geolocalizados, amenaza con convertirse en una excesiva intromisión en la privacidad de los clientes.
El inicio de las Pascuas sorprendió a los usuarios del iPhone y la iPad con la noticia de que sus aparatos estaban registrando cada paso que daban, y que esos datos estaban disponibles para cualquier persona con acceso a los equipos. Esto disparó especulaciones y teorías conspirativas de todo tipo. La información original fue publicada por el blog Radar de la editorial O'Reilly (http: radar.oreilly.com) y rápidamente se difundió en los blogs especializados. Un representante y un senador de los Estados Unidos emplazaron a Apple a aclarar en 15 días hábiles el porqué de este seguimiento no autorizado. Los gobiernos de Alemania, Francia e Italia también están investigando si existe una violación de la privacidad de los usuarios, y ayer la compañía fue demandada en el estado de Florida, Estados Unidos, por este tema.
Al cierre de esta edición no había todavía una respuesta oficial de Apple sobre esta práctica; diversos expertos especulan que el propósito de este listado que registra los movimientos de una persona está mal implementado en el iPhone y debería ir borrando las posiciones más viejas, pero no lo está haciendo. En todo caso, cuando el usuario acepta la licencia de uso del iPhone, autoriza a la compañía a recolectar información sobre la ubicación del equipo.
Quienes accedan a un iPhone o una iPad corriendo iOS 4, o a la Mac con la que estos dispositivos se sincronizan, y tengan algo de pericia, podrán acceder al archivo consolidated.db . En este listado indiscreto, que no está protegido, se listan las coordenadas geográficas y la hora en la que el equipo se conectó a una antena celular o a un Wi-Fi, y se almacenan meses de datos. Esa información usa la geolocalización ofrecida por las torres de telefonía celular, y no por el GPS, así que la ubicación puede tener un error de cientos de metros; aun así, es una violación de la privacidad.
Para evitar que estos datos estén disponibles libremente hay que poner contraseña a la copia de seguridad que se genera en la Mac cuando se sincroniza el iPhone (se activa, en la computadora, en la aplicación iTunes); y es recomendable activar la protección con contraseña del móvil para impedir que un desconocido tenga acceso al archivo.
Esta vulnerabilidad se conoce desde hace ya algún tiempo, pero recién ahora llegó a oídos del gran público e hizo que surgieran dudas similares sobre otros móviles. Los dispositivos con sistema operativo Android también registran esta información, pero limitada a las últimas 50 radiobases de la red celular a la que se conectó el equipo y las últimas 200 redes Wi-Fi. Además, para tener acceso a esa información hay que tener acceso como administrador ( root , en la jerga informática), algo que no es posible en todos los dispositivos ni es una práctica avalada por Google, desarrolladora de Android.
En un comunicado la empresa afirma, además, que toda la recolección y distribución de datos debe ser autorizada primero por el usuario y que la información que llega a los servidores de Google es anónima. La firma ya estuvo envuelta en una polémica similar el año pasado, cuando se supo que los autos que construyen Google Maps recorriendo las ciudades tomaban nota de las redes Wi-Fi que encontraban a su paso, algo que según la compañía era un error.
Los usuarios de Nokia acceden a compartir información similar cuando usan Ovi Maps. La firma finlandesa, además, es dueña del proveedor de mapas Navteq.
¿Y por qué querrían Apple, Google y Nokia registrar los movimientos anónimos de los usuarios? Para ofrecer mejores servicios geolocalizados, es decir, basados en su ubicación: respuestas a una búsqueda que se ajusten a la posición del móvil, publicidad afín al interés del usuario o puntos de interés actualizados en un mapa digital, además de los servicios para rastrear el teléfono si se extravía. Google, por caso, usa la posición y el movimiento de los teléfonos con Android para ofrecer un reporte actualizado del estado del tránsito en Buenos Aires.
En el medio están las licencias de uso, cada vez más complejas, "y que se miran cada vez menos -según Maximiliano Cittadini, especialista de servicios de Trend Argentina, una compañía de seguridad informática-. Es un problema, porque los usuarios están autorizando a las compañías a hacer un montón de cosas sin entenderlo realmente". A la vez, son parte de un negocio en crecimiento, el de los servicios basados en la ubicación del usuario, que según la consultora Juniper Research alimentan un mercado que en 2014 alcanzaría los 12.700 millones de dólares.
CLAVES
- Registro: el miércoles se supo públicamente que los iPhone y la iPad con iOS 4 archivan la hora y ubicación de las conexiones del usuario a la red celular; esa información no está protegida.
- Objetivo: se especula que la información recolectada por los dispositivos es usada por Apple para armar un mapa de cobertura celular y de densidad de usuarios. Pero hay expertos que creen que configura una violación de la privacidad de los usuarios.
- Demandas: por esto, Apple fue demandada y el Congreso de los Estados Unidos le exige aclaraciones. Google y Nokia hacen algo similar, pero con la aceptación explícita de los usuarios.
- Otros fines: detrás de la idea de conocer los movimientos de los usuarios está, según las empresas, la intención de mejorar los servicios geolocalizados, como ajustar búsquedas según la ubicación del móvil, mostrar puntos de interés en un mapa o rastrear el aparato en caso de extravío.
- Vulnerabilidad: según Symantec, los móviles son el próximo blanco de los ataques informáticos, que buscan vulnerar la seguridad de los equipos y acceder a información privada de los usuarios.
RUMORES SOBRE EL IPHONE 5
Según los rumores y especulaciones que corren por la Web, el nuevo iPhone 5, por lanzarse en el segundo semestre de este año, va a ser más delgado que el iPhone 4. Además, se habla de una pantalla Retina Display de 312 píxeles. Al parecer el aumento del tamaño podría dar lugar a una disminución en la densidad de los píxeles por pulgada: de 326 (en el iPhone 4) a 312 píxeles, aunque este cambio sería imperceptible a simple vista. Es más, la pantalla que se rumorea en principio sería más grande que la de los iPhone que están en el mercado. A grandes rasgos, según las versiones, podría parecerse al iPod Touch.
Fuente La nacion
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